En 2050 la mayor parte de la población mundial vivirá debajo de una gran presa construida en el siglo XX, según el informe Infraestructura de almacenamiento de agua envejecida: un riesgo global emergente publicado por la Universidad de las Naciones Unidas.
El Informe ofrece una descripción general del estado actual de los conocimientos sobre el envejecimiento de las grandes represas, un problema emergente del desarrollo mundial, ya que decenas de grandes represas existentes han alcanzado o superado un umbral de edad de "alerta" de 50 años, y muchas otras pronto lo harán. acercarse a los 100 años. Estas estructuras envejecidas incurren en necesidades y costos de mantenimiento que aumentan rápidamente, al mismo tiempo que disminuyen su efectividad y representan amenazas potenciales para la seguridad humana y el medio ambiente.
En general, la publicación tiene como objetivo atraer la atención mundial sobre el problema progresivo del envejecimiento de la infraestructura de almacenamiento de agua y estimular los esfuerzos internacionales para hacer frente a este riesgo emergente del agua.
Desde la UNU recomiendan un mantenimiento cada vez más exhaustivo de las presas, así como dejar fuera de servicio algunas de ellas para evitar la posibilidad de fallos, desbordamientos o fugas.
La mayoría de las grandes represas del mundo fueron levantadas entre las décadas de 1930 y 1970 con una esperanza de vida prevista de entre 50 y 100 años. Muchas se encuentran en Asia (casi 24.000 en China). Asimismo, más del 85 % de las grandes represas de EE.UU. han llegado al límite de su vida útil o lo han sobrepasado, y se estima que restaurarlas costaría unos 64.000 millones de dólares.
Y por Córdoba cómo andamos?
En nuestra provincia la Facultad de Ciencias Exactas Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Córdoba está estudiando la seguridad de las grandes presas cordobesas que fueron construidas durante la primera mitad del siglo XX.
"La evolución tecnológica así como la experiencia de obras en funcionamiento tiene un impacto en los estándares mínimos. Las comunidades que se construyen en las cercanías de las presas hídricas deben ser protegidas, evaluando la respuesta ante posibles movimientos tectónicos. El Centro de Vinculación de Ensayos no Destructivos y Evaluación de Obras de Infraestructura Civil acaba de finalizar la evaluación de la presa de Embalse y ya se encuentra abordando el dique de Cruz del Eje.
Este trabajo se está llevando a cabo en el marco del convenio entre la FCEFyN y la Administración Provincial de Recursos Hídricos (APRHI). El objetivo principal de las tareas es evaluar si las presas se adecuan a los estándares actuales de seguridad sísmica para este tipo de estructuras", informa la web de la FCEFyN.
Las presas construidas durante la primer mitad del siglo pasado son: Dique San Roque (1944), Cruz del Eje (1943), Embalse del Río Tercero (1936), Los Molinos (1953) y La Viña (1943). Estas cinco presas construidas en ese período (ver nota) comienzan a acercarse al siglo de vida, lo que seguramente requerirán cada vez de mayor atención.
"El aumento de la frecuencia y la gravedad de las inundaciones y de otros fenómenos ambientales extremos pueden superar los límites de diseño de una presa y acelerar su proceso de envejecimiento", explica Vladimir Smakhtin, director del Instituto de Agua, Medio Ambiente y Salud de la ONU en Canadá, y coautor del estudio. Se trata de un riesgo emergente", señala Smakhtin. "No hay una catástrofe inmediata a nivel mundial, pero hay 60.000 grandes represas repartidas por todo el mundo, y ninguna de ellas se está volviendo más joven".
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Fuentes: United Nations University - Facultad de Ciencias Exactas Físicas y Naturales - actualidad.rt.com